Amor de una sola noche
comprobaste mi estupor
cuando llorando te dije
“Ayúdame a comprender
por qué el hombre que yo amo
me desprecia sin pudor.”
Y fuiste luz en tinieblas
consuelo de mi sufrir.
Desesperada intentaba
sacar con filo de daga
la espina que destrozaba
mi enfermizo corazón.
Y algo se quedó contigo
cuando en un lugar común
tu cansancio fue mi abrigo
y mi dolor, tu dolor.
Amor de una sola noche
lo hiciste bien por los dos
me amabas sinceramente
y yo… ¡ni me amaba yo!
Ahora que el tiempo ha pasado
y tu beso me llegó
siento el frío de mi abrazo:
tu semilla germinó.
No te olvido. Será el pago
de comprenderme en silencio
de quererme sin respuesta
de estar triste por mi ausencia
y mi absurda decisión.
©Leibi Ng
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