Sin título (archivo personal)

A tu regreso lejos de la riña,
sin guerras de palabras,
buscarías la paz.

La paz que no se encuentra en casa ajena.
La que anida en sábana y mantel
oliendo el perfume humano
esencia de ternura.

No toques mi cabeza
que me robas la suerte.
No hurgues en mis sesos.
Hay cosas que es mejor
no recordar.

Aunque para quemar
hay que airear cosas viejas.
Muy dentro no hay oxígeno.
Sin él no hay combustión.

©Leibi Ng

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