DESTINO
más allá de los poros de la tierra…
¿tendrá alguna carta de azogue?
Como niñas que roban vino
se desparraman líquidas las gotas.
Corren, corren…
Se deslizan,
salvan obstáculos...
Hacia un final incierto arrastran
la cloaca, el mar inmenso
-incluyendo materia-
“Agüacero en venganza” que no alcanza la guerra.
Por debajo,
raíces hechas enredaderas
se chupan ese llanto clemente e inconsciente.
Sin retorno el camino, surca humedad reciente.
En el firmamento
las espadas refulgen y abundan las heridas
tajos tan transparentes
que podrían echar sangre
con dolores recientes.
©Leibi Ng
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