No, amor ya no



Desbalance monstruoso:
minutos de dicha, meses de dolor.

El alma se queda esperando
lo que no vendrá.

Ni distancia, ni tiempo
pueden apagar la luz de tus ojos,
tu forma de besar...
y aún sonríes
aunque me hagas llorar.

No, amor no busco ya.
Al comienzo suena el trino de un ruiseñor
al final se siente la herida de una traición.

Y sin embargo, basta un suspiro
para evocar lo hermoso
del perfecto amor.

©Leibi Ng

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