Justos por pecadores

Desterrada
echada fuera
Me diste con la puerta en las narices
tan solo por mostrar a Adán y Eva
¿A quién llamas violenta?
Tú me has dejado muda
incapaz de escuchar
atender mi razón.
Justos por pecadores
desde el origen
inapelable dictamen
que convierte al frágil poeta
en pederasta o proxeneta
y al arte en pornografía.
¿Un pezón es el problema?
Pero glúteos y caderas
con cuerpos entrelazados
insinuados o a las claras
evaden toda inspección.
No me hables de justicia.
Es mi lección aprendida.

Ahora espero en el recodo
del infinito
donde la Luna alumbra
con brotes de agua y el polvo guarda
mis huellas
como joyas a mi paso.
©Leibi Ng

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