Fulgor de la amapola



Apartada la mirada
buscando el desapego que no alcanzo
me enfrento a la torpeza del demonio
mañana, tarde, noche
en cualquier parte.

Suspiro y bajo la mirada
recordando momentos,
como quien señala el camino
de inútiles migas que comerán los pájaros...

Amado solo mío (en mi cerebro)
repartido en la vida como un ángel
ya que los sueños se me hacen reales
queda la vida para actos infames.

Coloridos, audaces, tentadores...
mis sueños son de la mujer que ama.
Justa y capaz entregada y pausada,
dispuesta a defender el hogar y la paz.

Mírame así sin mentirme de nuevo
y puede ser que en horas de escasa luz
y rota de memoria se produzca el encuentro
entonces será fe lo que fue sombra,
recóndito fulgor de la amapola.

©Leibi NG

Comentarios

Entradas más populares de este blog

FICCIÓN DEL UNICORNIO, DE LEIBI NG

Mucho Tú

Yo nací cigarra