Si todas las almas de las víctimas de violencia...
que montan lunes y martes
canto por necesidad. No me importan
tus aplausos.
Soy una inmigrante más
perdida entre tanta gente.
Soy una pobre con voz
que no decide su suerte.
Una mujer perseguida
por su apariencia mulata.
Me han matado tantas veces,
violado y asesinado....
Mi maldición para siempre.
Sus hijos la pagarán.
Este crimen no perece
vigente en la eternidad.
Mis hijos me están llamando
con gritos y con lamentos.
Mis nietos me llorarán
desde el limbo de la muerte.
Y tú imprecas y preguntas:
¿Por qué a mí, Padre del cielo?
¡Cáncer, gusanos tendrás por
ejercer tu sadismo
¿Será que existo, que estoy?
En otro mundo divago.
No puedo restar en paz
mi cuerpo clama venganza.
Yo soy el rival más débil
por indefensa y pasiva.
Todo huérfano es mi hijo
¡NO PUEDO DEJARLO ATRÁS!
©Leibi Ng
Comentarios
Publicar un comentario