AGAETE


Con todos los paisajes despiertos tras mis ojos,
te recordé Agaete, con tu Dedo de Dios.

El mar y el cielo siempre pretendiendo aquel beso
que el horizonte estrecha,
y el muchacho en el muelle, mirándonos los dos.

No sé por qué, Agaete te has colado en mi sueño
trayéndome un recuerdo de añil, de sol y luz
si han pasado los años, si ya se borró el día...

Si ya se me olvidaba el blanco de tus casas
y las arenas mansas de las playas pobladas,
tus palmas, tus balcones, tu gente tan canaria,
con ese dejo al habla familiar en mi América,
el café y la comida, las estatuas, la plaza...

Me has despertado, Agaete, iluminando el día
yo, que en una maleta te había doblado en dos,
plisadito y guardado rezándote un adiós.

©Leibi Ng

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