7 MINUTOS
Ya nunca más despertarás conmigo
ni la luz de la mañana acompañará tu desayuno
Bajo un cielo gris desandarás tus pasos de peregrino
mientras yo mojaré mis pies con olas del Caribe
sin escribir tu nombre nunca más sobre la arena
ni en los troncos anillados de las palmeras
a fuerza de incisiones.
Probablemente entrarás y saldrás de los centros comerciales acompañando a otros,
pero la mercancía ya no te dirá nada
porque era a mí a quien regalabas
presumiendo de la amada que te esperaba en casa.
Los otros buscarán regalos para sus esposas
y tú no tendrás más que un perro amarrado en el patio.
Tus hijos de vez en cuando traerán a tus nietos
y harás el payaso para hacerlos reír
pero igual que Pierrot, tus lágrimas serán cristales puntiagudos
que laceran por dentro, como me pasa a mí.
Y en las bodas, seguirás impresionando a las solteras
a fuerza de chistes forzados
y fotografías piadosas.
Acaso harás el sexo
Acaso te aliviarás 7 minutos
para retornar a mi espera.
©Leibi Ng
Me gusta tu poesía, Leibi.
ResponderBorrarMuchas gracias, Víctor Manuel Ramos. Un abrazo.
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