Boceto para dibujar la queja


Bárbara Bezina
Como ave comiéndose a sí misma,
como líquido animal que se descama.
Boca rota.
Verbo roto.
Aguijón que se deshace en la humedad,
refugiado en la miseria del instante.
Aleteo del infierno que acontece
en el cielo de tu orificio parlante
donde hace nido la lechuza del facto,
mientras en las esquinas de tu lengua,
arde el cadáver perpetuo de la hora
en que pronuncias los conjuros inicuos.
Palabras bifurcadoras de sereno mar
al filo del susurro,
Boca rota.
Verbo roto.
Acertijo fugaz donde consume el cuerpo,
la breve llamarada que lo nombra.

© Leibi Ng

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