Piedra angular
Y a menudo PADRE
es el momento de tu partida
el de la comprensión
vida a la vida
genes y misterio
sobre un cuerpo habitado
por un rastro irreemplazable
de lo eterno.
Y a menudo PADRE,
las piedras del entendimiento
no calzan como ladrillos
en el ADN del desconcierto.
Segura de que somos
electores de la continuidad
el mapa de los resentimientos
se va convirtiendo en luces
del tiempo como frutos destinados a caer en la oscuridad,
fuegos fatuos imaginados en la literatura fantástica,.
Y es la cadena de eslabones turbios y recios,
uniones oxidadas desprovistas de brillo.
Llaves y cerraduras que no coinciden
cuerpos parecidos pero diversos
con almas milenarias que hacen filas
en la interminable entidad
de causas y efectos.
.
Deber y pagar es todo en el instante
de conciencia que tus ojos vencidos
retornan al lugar donde me esperas,
reconciliada yo con la idea que me dejas
creyendo que podré con esta piedra
darle un ángulo a mi existencia
que siempre se eleva y se destruye
hasta que aprenda a caminar
al paso de la muerte.
©LEIBI NG
Hermoso poema, Leibi.
ResponderBorrarGracias, Mirtha. Un gran abrazo.
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