Damero

Francisco de Goya. El caballo raptor. Aguafuerte, aguatinta, punta seca
y bruñidor. Museo El Prado.
Como oficiante sin dios
repite el rito:
cubierto por los presuntos augurios
de calientes entrañas descifrados.
De un volcán apacible vaticina el eructo.
¡Oh, desolado!
noches de conjeturas a la mesa impasible.

Palpita lo invisible
en servidor sin red
donde confluyen nobleza y abyección
en dos por uno.

Días de especular cual de Damocles péndulo
con filo.
El brillo del damero
resplandece e iguala los colores en la escala del miedo.
Temor del aguijón
su condición.

©Leibi NG

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