Posesión




Aún resuena el rumor de sus palabras.
Sin sonreír, sabía que recitaba un monólogo
de frases halagadoras pero falsas.
Por la mañana
abandoné su lecho sin palabras.
La marca se ha borrado
-rictus de mis labios-
por años invisible,
frente a quien jamás
pudo poseerme,
y a quien yo no quise
despojar de nada.

© Leibi NG

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