La tía en la memoria
Era un tiempo de sol y pueblo en los tejados un baño para todos a cielo descubierto una pluma demócrata que no negaba el fluido y unas vacas lejanas en un llano sin cerros. Siempre de bicho raro, buscaba el aislamiento debajo de una mata dibujando las sombras y allí iban a encontrarme chiquillos parlanchines a quienes una china les parecía muy raro. Era un tiempo alejado de todas las pasiones nadie sabía de sangres, heridas o zarpazos y sí mucho de risas, chismes y cuentos cortos. Gorgojo en habichuelas no nos quitaba el sueño aunque el rebuzno épico de burros en la noche lograban en el rancho alborotar a todos. Era un tiempo con tía rodeada de muchachos tan buena, tan chistosa, tan de vida repleta hoy recuerdo ese afecto que nos salía del alma hoy recuerdo las risas, los susurros, los besos y me pregunto dónde quedó tanta inocencia.