Las jardineras del Barrio Chino no tienen flores, plantas deseadas, ni enredaderas, ningún trifolium, ni una matica, ni una albahaca. En ellas crecen diarios, cartones... sólidos, aguas, vidrios, bidones... puede que nazcan después de un tiempo sopas, refrescos, algún picapollo. Las jardineras del Barrio Chino sin ser sombrillas regalan sombras son el banquito de los cansados el muro estrecho del desganado. Las jardineras del Barrio Chino guardan las letras de lo pagado facturas rotas, rosas, azules frágiles, mustias, papel cuadrado. Las jardineras del Barrio Chino en vez de flores ofrecen hombres puede que el árbol que ellas contiene se robe el alma de alguna forma y me parece que por las noches entre susurros toman y llaman a ese que pasa. ©Leibi NG